La captura de Abimael Guzmán, 20 años después




El apagón de Abimael



Apodado el “basurero” del GEIN, el ahora suboficial superior PNP Carlos Iglesias Iglesias fue instrumental en la captura de Abimael Guzmán, atribuida cabecilla de Sendero Luminoso. Tras haberle seguido los pasos por meses, el 12 de setiembre de 1992 el “cachetón” por fin cayó.

Julio Becerra se aproxima hacia la única habitación con la luz encendida en el segundo piso de la residencia ubicada en la urbanización Los Sauces en el distrito limeño de Surquillo. Con paso firme y sosteniendo su pistola a la altura de sus ojos no titubea al momento de irrumpir en dicha habitación. Para su satisfacción, su presa se encontraba ahí, y no había advertido su presencia. Fue hace exactamente 20 años que se produjo la captura de uno de los líderes terroristas más infames de toda la historia peruana, Abimael Guzmán. El 12 de setiembre de 1992, en el marco de sus operaciones, el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) realizó la captura del susodicho en las afueras de una residencia de Los Sauces, en Surquillo. Después de que el ahora suboficial superior PNP Carlos Iglesias Iglesias haya confirmado la presencia del terrorista, tras haber descubierto entre la basura un papel con las siglas “RBP” (Reunión del Buró Político) en él, se puso en marcha la operación que exitosamente encarcelaría al líder terrorista. Aprovechando que salían de la residencia una pareja de visitantes, los agentes Julio Becerra y Cecilia Garzón, quienes habían estado pretendiendo ser un par de enamorados, sacaron sus armas. Mientras que Cecilia permaneció en el primer piso, alerta a cualquier movimiento sospechoso, Becerra se dirigió al segundo, irrumpió en la habitación iluminada y, sin dejar de apuntar a Abimael, gritó “ya perdiste, carajo”, tan rápido y tan fuerte que el senderista a las justas y pudo reaccionar.

Como un castillo hecho de naipes, Sendero Luminoso sufrió la pérdida de su líder y vio desde entonces sus días contados.